En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
A todo sarmiento que no da fruto en mí, lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado.
Permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante, porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre: con que deis mucho fruto; así seréis discípulos míos.”
🔹 Palabra del Señor
✝️ Gloria a ti, Señor Jesús

✨ Reflexión: “Separados de Él… nos secamos”
Hoy Jesús nos regala una imagen hermosa y poderosa: Él es la vid y nosotros sus ramas.
Unidas, las ramas viven, dan fruto, alimentan…
Pero separadas… se secan.
Así está el mundo. Y a veces así está nuestro corazón: lleno de actividad, pero sin fruto verdadero. Con muchas conexiones, pero sin unión vital.
¿Cuántas veces nos hemos separado de Él sin darnos cuenta?
Nos alejamos cuando dejamos de orar.
Cuando nos domina la queja, el ego, el rencor.
Cuando amamos a conveniencia.
Cuando olvidamos que la vida viene de Dios, no de nuestros esfuerzos solos.
Pero Jesús no nos lanza esta enseñanza como amenaza, sino como una llamada a volver.
Una invitación a permanecer, a quedarnos en Él…
Aunque estemos rotos. Aunque no demos fruto aún. Aunque estemos luchando por creer.
Permanecer es amar
“El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante”.
¿Y cuál es ese fruto?
El amor que no juzga.
La paciencia con los hijos.
El perdón que sana viejas heridas.
La ternura que vence al orgullo.
La fe que sostiene incluso cuando no hay respuestas.
¿Y la poda?
Jesús habla de poda. ¡Y cómo cuesta!
Pero la poda no es castigo, es purificación.
Dios corta lo que nos pesa, lo que no da vida, lo que estorba al amor.
Sí, a veces la soledad, la pérdida, el desierto… no son abandono, sino manos del Padre preparando un fruto mejor.
Hoy Jesús no pide resultados.
Nos pide permanecer.
Quedarnos con Él, como ramas vivas unidas a la savia del amor.
No para tener éxito… sino para dar fruto de eternidad.
No estás solo. No necesitas fingir. Solo necesitas abrazarte a Él.
Y dejar que su amor te limpie, te nutra y te transforme.
🕊️Preguntas para ti
¿Estoy unido a Cristo o me estoy secando lentamente?
¿Qué áreas de mi vida necesitan ser podadas por Dios?
¿Estoy dando fruto de amor, o solo buscando resultados?
¿Permanecer en Él es mi prioridad… o solo una idea bonita?
🙏 Oración
Señor Jesús,
Tú eres la vid verdadera.
Yo soy una rama, a veces cansada, a veces herida…
pero aún dispuesta a permanecer en Ti.
No quiero seguir fingiendo vida mientras me seco por dentro.
Riega mi alma. Sana mis raíces.
Y si es necesario podar, hazlo con ternura.
Hazme humilde para quedarme unido a Ti.
Hazme fuerte para dar fruto en el amor.
Hazme valiente para resistir sin apartarme de tu corazón.
Que mi vida dé gloria al Padre,
y bendiga a los que me rodean.
Amén.
🛐 Síguenos en Facebook: Luz del Camino
📲 Comparte esta reflexión con quien necesite volver a unirse a la vid.
#EvangelioDelDía #Juan15 #PermaneceEnMi #LuzDelCamino #VidaEnCristo #ReflexiónDiaria #AmorQueTransforma #FrutosDelEspíritu #PalabraDeDios #PodaQueSana
Descubre más desde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
“… no son abandono, sino manos del Padre, preparando un fruto mejor”
Duele, sientes en tu interior luna gran soledad, el desconcierto , la duda, el descontrol, el sinsentido de cosas que solo pueden ser si se confía en Él.
Y no es abandono…. Ese es el primer sentimiento que te invade, pero es cuidado, es ternura, es mimo… es su AMOR preparándote para algo mejor.
Qué bonita idea!!!