En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús:
«Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que saliste de Dios».
Jesús les contestó:
«¿Ahora creéis?
Pues mirad: está para llegar la hora —ya ha llegado— en que os dispersaréis cada uno por su lado y me dejaréis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre.
Os he hablado de esto para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas, pero tened valor: yo he vencido al mundo».
✝️ Palabra del Señor.
🙏 Gloria a ti, señor Jesús.

🕊️ Mi Reflexión:
“Me dejarán solo”.
Hoy, al leer estas palabras de Jesús, siento que me atraviesan el alma.
No son solo una profecía sobre sus discípulos, sino un eco profundo de mis propios miedos y heridas.
He vivido momentos en los que el silencio de quienes amo me ha dolido más que cualquier palabra.
He sentido la soledad no solo como ausencia física, sino como esa sensación de ser olvidado, de no ser suficiente.
Jesús, en su humanidad, también experimentó esa soledad.
Sus amigos más cercanos lo dejaron en el momento más oscuro.
Y sin embargo, Él afirma con certeza: “Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo”.
Esta afirmación me consuela y me desafía.
Me recuerda que, incluso en mis noches más oscuras, no estoy verdaderamente solo.
Dios está conmigo, sosteniéndome, incluso cuando no lo siento.
En mis relaciones, en mis anhelos, en mis temores, deseo aprender de Jesús.
Quiero confiar en que, aunque otros me fallen, el amor de Dios permanece.
Quiero ser capaz de decir, con fe: “No estoy solo, porque el Padre está conmigo”.
Hoy, esta frase de Jesús me invita a mirar más allá de mis heridas y a confiar en la presencia constante de Dios en mi vida.
Me anima a seguir adelante, sabiendo que, aunque el mundo me ofrezca sufrimientos, en Él encontraré paz.
José Manuel • 2/5/25
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