En aquel tiempo, habiéndose enterado los fariseos de que Jesús había dejado callados a los saduceos, se acercaron a él. Uno de ellos, que era doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la ley?”
Jesús le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primero de los mandamientos. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se fundan toda la ley y los profetas”.

🕊️Mi reflexión:
Hoy Jesús nos recuerda lo esencial de nuestra fe: el amor es el centro de toda la ley y de toda la vida cristiana. Los fariseos querían atraparlo en un debate legalista, pero Él va a la raíz: no se trata de cumplir normas por obligación, sino de vivir una relación de amor con Dios y con los demás.
El primer mandamiento —amar a Dios con todo el corazón, alma y mente— nos invita a entregarnos totalmente. No se trata solo de rezar o de ir a misa, sino de vivir con Dios como centro de nuestras decisiones, sueños y luchas. El corazón, el alma y la mente son tres dimensiones de nuestra persona:
- El corazón: amar con afecto, con pasión, con sinceridad.
- El alma: amar con confianza, desde lo más profundo de nuestro ser.
- La mente: amar con inteligencia, con discernimiento, con la verdad.
El segundo mandamiento es inseparable: amar al prójimo como a uno mismo. No podemos decir que amamos a Dios si despreciamos, ignoramos o juzgamos al hermano. El amor al prójimo es el termómetro del amor a Dios.
Jesús no propone un amor superficial, sino radical: “como a ti mismo”. Esto implica también aprender a cuidarnos, a valorarnos como hijos de Dios, porque solo quien se sabe amado puede amar de verdad.
En pocas palabras, Jesús nos dice hoy:
Todo lo que hacemos en la fe —rezar, servir, estudiar, trabajar, evangelizar— solo tiene sentido si está sostenido en el amor.
Amar no es un sentimiento pasajero, sino una decisión diaria de entregarse.
La ley de Dios no es carga, sino camino de libertad: nos libera del egoísmo para vivir en plenitud.
Descubre más desde
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

