Lectura del santo Evangelio según san Juan (14, 21-26)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; y al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».

Le dijo Judas, no el Iscariote:

«Señor, ¿qué ha sucedido para que te manifiestes a nosotros y no al mundo?»

Respondió Jesús y le dijo:

«Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.

El que no me ama, no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.

Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado,

pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre,

será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho».

🔹 Palabra del Señor

✝️ Gloria a ti, Señor Jesús

✨ Reflexión: “Un Dios que quiere vivir en ti”

Este Evangelio es un susurro de ternura. No un mandato frío, ni una exigencia impersonal. Es el deseo ardiente de Dios de vivir dentro de ti.

Jesús no busca servidores… busca hogares donde habitar.

No dice: “el que me sirve, me obedecerá” —dice: “el que me ama, guardará mi palabra”.

Y amarle no es solo sentir algo por Él… es escucharle con el alma, obedecerle con confianza, abrirle espacio en las decisiones, en el corazón, en lo cotidiano.

Si le amas, Él te ama también, y no solo desde lejos: viene contigo. No visita, se queda. Hace morada.

El Hijo y el Padre hacen de tu vida su casa.

¡Qué misterio más grande!

El Creador del universo desea quedarse contigo… y en ti.

Y cuando no entiendes, cuando todo se vuelve oscuro, cuando te pierdes… no te deja solo: el Espíritu Santo te recordará su Palabra, te devolverá la luz.

No para que vivas de memoria, sino para que vivas desde el amor.

Porque el amor es el verdadero guardián de la palabra. Solo el que ama de verdad, puede guardar lo que Jesús enseña.

Y el que guarda su palabra, guarda también la promesa: “vendremos a él”.

Hoy, Jesús me invita a preguntarme:

¿Quiero que Dios habite en mí… o prefiero un cristianismo a distancia, sin compromiso?

¿Le dejo entrar a todas mis habitaciones… o solo a las limpias?

Que esta semana sea el inicio de una amistad más íntima, más real. Que su Palabra no sea solo leída… sino vivida.

Y que mi alma se convierta en lo que Dios siempre soñó: su morada amada.

🧠 Preguntas para el alma:

¿Guardo la palabra de Jesús solo con la boca… o con el corazón y la vida? ¿Le amo… de verdad? ¿Qué significa eso en mis actos concretos? ¿Le he abierto la puerta de mi alma… o le tengo esperando fuera? ¿Escucho la voz del Espíritu Santo… o me dejo guiar por otras voces?

🙏 Oración:

Señor Jesús,

quiero amarte como Tú mereces.

No de palabras, sino con obediencia confiada.

Haz de mi vida tu hogar.

No pases de largo, quédate conmigo.

Que el Espíritu Santo me recuerde todo lo que has dicho,

cuando el miedo me nuble, cuando el mundo me distraiga.

Enséñame a vivir como quien lleva a Dios dentro.

Haz de mí tu templo, tu morada, tu descanso.

Y que cada acto mío refleje el Amor que habita en mí.

Amén.

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